domingo, 12 de agosto de 2012

La Muerte del ICQ

¿Se puede trazar un paralelo entre el avance de un romance y la evolución del chat? Ya desde el vamos, las personas buscamos simpleza. No queremos complicarnos. O al menos eso creemos. Demasiadas piedras tenemos en el camino como para andar echando más. Se aplica al amar. Y se aplica al chatear.

El hombre ya no fue el mismo cuando descubrió el chat. Esas computadoras tan prolijas, monitores de tubo a todo color, un Windows 95 o, por qué no, un lujoso Windows 98 SE, y todo un mundo por descubrir a través del Internet Explorer. Entonces, alguien te presentaba el ICQ. Y te gustaba, era la novedad: buscabas a tus amigos por nombre, buscabas a los conectados de tu ciudad, abrías una ventana de chat, y cuando ya te sentías un claro dominador de la situación, con una sonrisa de oreja a oreja susurrabas: "que fácil es esto".
El pibe ya no es el mismo cuando consigue su primera chica. En un asalto, en una matineè o en una fiesta de 15, la primera conquista es una puerta que se abre y ya no se vuelve a cerrar. De a poco fuiste entrando a ese mundo, y por alguna razón, hoy ella está con vos. Te la ganaste. Y te gusta. Te vas silbando, con una sonrisa de oreja a oreja y pensando: "que fácil es esto".

Y después descubrís que ella también usa ICQ. Porque todos los que están en la onda lo usan. Y la agregás, la encontrás conectada cada tanto y chatean. Creés que estás sumando puntos, pero en realidad estás acumulando.

Entonces llega una nueva versión de ICQ. Más completa, con muchas más herramientas, tiene todo eso que estabas buscando, y más. Cosas que no sabés para que sirven y que probablemente nunca vas a usar, pero no importa, no molestan. Lo bajás, lo instalás y lo asimilás.
Y ella, que sigue cerca tuyo, te dice cuánto te quiere. Le gusta estar al lado tuyo y quiere que compartan momentos. La pasás bien con ella y sentís lo mismo. Las cosas no podrían estar mejor.

Pero el hombre nunca deja de evolucionar, y en ese camino no puede ir sólo. El ICQ no quiere ser menos y también evoluciona. Un archivo pesadísimo que, con tu conexión de dial-up, con suerte tardás 5 horas en descargarlo, es la llave al futuro. Un rejunte de funciones y complementos que jamás vas a usar justifican el tamaño del ejecutable. Claro, el asunto no te convence. Todo está perfecto como lo tenés. Pero el ICQ, de un momento a otro, te pone los puntos: si no actualizás, no conecta. Hasta acá llegamos. Vos decidís.
Al mismo tiempo ella siente que ya sos una parte muy importante de su vida, y cree que ya es hora de que conozcas a sus padres. Sí, esas dos personas cuya existencia no hace más que incomodarte. Pensaste como zafar, ya usaste todas las excusas, pero el tiempo pasa y ya no tenés alternativa. Ella así lo quiere y la decisión queda en tus manos.

Entonces, a alguien se le ocurre inventar el ICQ Lite. Porque la evolución puede ser más liviana. Con muchas menos funciones, es furor entre los internautas. Y te salva, claro. ¿Un manotazo de ahogado de la empresa Mirabilis para no perder sus millones de usuarios? Claramente. La alerta la dió el MSN Messenger, ese programa que te bajaste "para ver que onda", porque mucha gente lo tiene. Pero el hecho de que necesite un cuenta de Hotmail para funcionar hace que no sea tan interesante.
Mientras tanto, ella te espera en su casa, vas a buscarla y te atiende la mamá. Te saluda amablemente. Es un paso importante, y suficiente como para tirar un par de meses más. Ella está satisfecha y vos te sacaste un peso de encima. Por ahora, no le decís que conociste a una chica que te cae muy bien. Total no es más que una amiga.

Pero... que pesada es la nueva versión de ICQ Lite. Y sobre todo, qué complicada. Justo cuando el MSN Messeger se empieza a hacer popular ¿no es hora de cambiar? Sabés que es el momento. El ICQ sigue en tu computadora, lo vas a seguir abriendo, te vas a seguir acordando tu número de usuario, pero rara vez vas a usarlo. El MSN es muchísimo mas sencillo. Y ahora todos tienen su cuenta.
Y qué complicada es ella. Conociste a su papá, a su hermano, a su madrina y hasta su perro. Ella te quiere en su vida pero vos sabés que querés tener la tuya. Y mientras tanto, te das cuenta de lo linda que es tu amiga, esa que te cae tan bien. Sabés que es el momento, y llega el cambio. Porque ella es lo que necesitás ahora.

Pasa el tiempo y ya no tenés el ICQ en tu computadora. Probablemente ya no te acordás tu número de usuario. El Messenger está abierto las 24 horas, el dial-up abre paso a la banda ancha y el Internet atenta seriamente contra la vida real de las personas. Y ella está con vos todos los días, ya te acostumbraste a la idea. No te molesta, te gusta que así sea. De la anterior te acordás el nombre y no mucho más. Definitivamente, era muy complicada para vos.

Y algún día te vas a preguntar si encontraste al amor de tu vida, y vas a saber que aún quedan muchas batallas por luchar. Porque el MSN se transforma en Windows Live, comete los mismos errores que el difunto ICQ y se deja vencer por el chat del Facebook. Pero vos a esta altura ya estás más que preparado.

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