miércoles, 5 de junio de 2013

Rompelo, quebralo, matalo

"Rompelo", "Quebralo", "Matalo". No importa si son divisiones inferiores,  fútbol juvenil o infantil. Que cuando los chicos ganan, son los mejores. Que cuando los chicos pierden, el rival es mala leche, el árbitro los cagó y el DT es un pelotudo. Porque siempre uno gana y uno pierde, pero no, no hay excusas para perder, hay que ganar y punto. Y si no, la pudrimos y listo. No importa si es la final del mundo o un partido entre chicos de 8 o 9 años. Si no me gusta lo que cobró el árbitro, le grito un poco, lo reputeo, y si aún así no me hace caso, entro y lo cago a trompadas. Porque es el mejor ejemplo que le podemos dar a nuestros hijos: si no logran algo que creen merecer, caguen a trompadas al que tengan a mano para echar culpas. Aprendanlo desde chiquitos, sí, cuanto antes mejor. Vean con sus propios ojos como sus padres golpean salvajemente a la persona encargada de hacer cumplir las reglas del deporte. Veanlo de cerca, cuanto más se acostumbren, mejor. Que entiendan la evolución de la sociedad que, tarde o temprano, nos va a llevar a pegarle a los chicos también, ¿por qué no?, te va a dar la chance de bajar de una trompada al pibito que le tiró un caño a tu hijo o al que no deja de marcarlo. Entiéndanlo, así es el fútbol. Y al que no le gusta lo mato.

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